17/11/14

La WACC Latinoamérica apoya el pedido de verdad y justicia en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos



La Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana, región América Latina (WACC AL), reunida en Asamblea en Lima, Perú, condenó enérgicamente la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Noral Rural de Ayotzinapa, en la localidad de Iguala, México. Además, expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas y con el pueblo mexicano.
Ante este brutal hecho de violencia, que recuerda las múltiples heridas de la región latinoamericana durante los periodos dictatoriales, debemos unirnos como pueblos y profundizar en nuestro trabajo por sociedades más justas, inclusivas, respetuosas de los derechos humanos, del derecho a la comunicación, y de la dignidad de todas y todos.
Asamblea de WACC AL en Lima, Perú
 
La WACC AL pide a las autoridades pertinentes de México una investigación exhaustiva que dé con el paradero de todas las personas desaparecidas, así como con los responsables de la planificación, toma de decisiones y ejecución de esta desaparición, de forma que se asegure el derecho a la justicia y se tomen medidas para evitar que estos lamentables hechos se repitan.
Además, convoca a la comunidad internacional para que solicite al Gobierno de México que tome acciones a fin de evitar las violaciones a los derechos humanos, dar una respuesta satisfactoria a las y los familiares de las víctimas, y garantizar el irrestricto cumplimiento de los derechos humanos.
Finalmente, la WACC AL hace un llamado a sus asociados y asociadas, a las organizaciones sociales, y a las autoridades mexicanas y de los países latinoamericanos, a defender y garantizar el derecho a la comunicación en todas sus manifestaciones, incluida la libertad de expresión, y a asegurar que nadie sea perseguido, desaparecido ni asesinado por manifestar sus opiniones.

1/11/14

WACC América Latina

Durante el Seminario Regional WACC América Latina que este mes de noviembre abordará "El derecho a la comunicación con enfoque de género en la agenda de desarrollo post 2015", tendrá lugar el Panel Sociedad Civil y Derechos a la Comunicación en América Latina.





11/10/14

Ni Clarín... Ni 678... ó del Otro que no reconocemos como Nuestro Hermano



Mientras condenan a Lanata por el “uso” de las comunidades indígenas, ni 678, ni la TV Pública, ni Radio Nacional, ni Telam, ni ninguno de los multimedios privados financiados con fondos públicos, permiten una sola visión crítica del drama de los pueblos indígenas.
Tenemos impedido el uso de esos “medios públicos”, pero además con la pretensión de que debemos fidelidad a la causa “nacional y popular” que instaló en nuestros territorios a Chevron, la megaminería y Monsanto en condiciones indignas para quien pretenda defender principios como “soberanía nacional”.
Los wichi han tenido las últimas dos semanas más minutos en TV que en toda la década “ganada”. Sin embargo, Lanata habla de los “indios” y sus “tierras de mierda” como se hablaba de la enfermos terminales décadas atrás. Insfran, una rata inhumana protegido y promocionado por la Presidenta, empuja a propios Wichi a que enfrenten a propios hermanos para limpiar su imagen, a esta altura, ya indefendible.
Al igual que valiosos dirigentes indígenas que se ocultan en el silencio, mientras mueren dirigentes luchadores en las rutas (particularmente del NEA). Ocultos tras un triste cargo público o un subsidio temporal. O siendo parte de estructuras financiada por el gobierno a cambio de subordinación o firmando posiciones de doctrinas ajenas a sus pueblos y cosmovisiones.
Comunicado de la Confederación Mapuche de Neuquén
Publicado previamente por http://seniales.blogspot.com.ar/2014/09/ni-clarin-ni-678.html  -  martes, 16/9/2014

16/8/14

De boca en boca...en el aire de la Radio Pública!!



Ahora tenemos otra posibilidad de encontrarnos para compartir ideas, sueños, realidades, desafíos...en este impostergable Derecho a la Comunicación sobre el que trabajamos día a día.


Los miércoles de 17 a 19 en Radio UNDAV (90.3MHz)  
ó  http://undav.edu.ar/radioundav/



En Facebook nos encontrás como  debocaenbocaproa

¡La radio pública de la Universidad Nacional de Avellaneda!

15/8/14

La WACC-AL ante la situación de la niñez y adolescencia migrante no acompañada



La Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana, región América Latina (WACC-AL), expresa su profunda preocupación por la situación que enfrenta la niñez y adolescencia migrante no acompañada de Guatemala, El Salvador y Honduras, y se solidariza con ellos, ellas y sus familias. Asimismo, expresa que:
1.  El Informe “Niñez en el camino” (ChildrenontheRun, en inglés) de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) asegura que una buena cantidad de la niñez y adolescencia migrante ha sido amenazada o vive en condiciones de violencia en sus países, por lo que es importante garantizarles condiciones de seguridad tanto en sus escuelas y hogares, como en el ámbito público de sus países de origen, así como en los países de tránsito donde se exponen a grupos inescrupulosos que se aprovechan para sacar lucro de su situación y violar sus derechos humanos, incluido el derecho a la vida.
2.  Las autoridades migratorias de los Estados Unidos de América están llamadas a evaluar las condiciones que motivaron la emigración de esta población, para responder a cada situación de la forma más apropiada y asegurar el derecho a la vida y la integridad física de los niños, las niñas y las y los adolescentes migrantes. En este sentido, se esperarían decisiones diferenciadas para proteger a quienes corren el riesgo de perder sus vidas en sus países aplicando medidas de refugio y asilo, cuando corresponda.
3.  Dado que algunos niños, niñas y adolescentes han comenzado a ser deportados y deportadas, es importante que en sus países de origen existan programas de apoyo psicológico, médico y económico que les ayuden a superar las experiencias traumáticas que pudieron haber vivido y a garantizar un retorno seguro a sus comunidades.
WACC, como asociación mundial cuya labor está inspirada por los principios ecuménicos cristianos y que promueve la comunicación como un derecho humano, considera necesario asegurar este derecho a la niñez y adolescencia que enfrenta esta lamentable situación, dándole la oportunidad de dar a conocer sus historias, las razones que les han motivado a migrar y cómo han vivido esta experiencia.
También es trascendental asegurar que ellos, ellas y sus familias, así como las comunidades de dónde partieron, cuenten con toda la información relacionada con los peligros del camino hacia Estados Unidos de América y otros países, como los robos, secuestros y asesinatos, así como la trata de personas. Esto no sólo permitirá tener una mejor comprensión del fenómeno, sino también evitar que los traficantes de personas se lucren dando información falsa o tergiversada sobre inexistentes beneficios migratorios para la niñez y adolescencia migrante no acompañada.
Comité Ejecutivo Regional (CER) de la WACC-AL
La Paz (Bolivia), 31 de julio de 2014

7/6/14

Nosotros... los periodistas



A propósito de la próxima conmemoración del Día del Periodista, Washington Uranga reflexiona sobre el momento actual de la profesión, las exigencias éticas y políticas de cara a las audiencias y, también, ante hechos recientes, sugiere la necesidad de una autocrítica por parte de los profesionales de la comunicación.

Por Washington Uranga
Ignacio Ramonet, el periodista español que fue director del periódico francés Le Monde Diplomatique y es reconocido en todo el mundo, escribió en su libro La explosión del periodismo que “un buen número de periodistas cree que las que son sagradas son sus –no siempre demostrables– opiniones, y no dudan por tanto en deformar los hechos para adaptarlos como sea a sus prejuicios”.
Es seguro que no pocos, por razones ideológicas y políticas si bien no profesionales, podrán poner en tela de juicio las afirmaciones de Ramonet a pesar de su trayectoria. Cuando conviene a determinados intereses el intento será descalificar a la fuente, al autor, sin reparar siquiera en sus dichos. En otros casos, si las palabras sirven para apuntalar las acusaciones o los prejuicios, bastará con sobredimensionar el valor del enunciatario para justificar así un titular, un zócalo televisivo, una noticia que está lejos de ser tal.
La frase citada de Ramonet ha sido extractada de un capítulo que lleva por título “Mentirosos compulsivos” e incluye el relato de varios casos famosos de todo el mundo donde la intervención de los medios y los periodistas para falsear la verdad de los hechos se transformó en un argumento fundamental para la acción política y militar de los centros de poder. Recuérdese, sólo a modo de ejemplo, las denuncias sobre las “armas químicas”, la “bomba atómica” y, en general, “las armas de destrucción masiva” adjudicadas a Irak –información luego desmentida por los propios invasores norteamericanos– y que justificaron la guerra de aniquilamiento perpetrada a partir de marzo del 2003.
Lo que sucede entre nosotros con el ejercicio del periodismo está muy lejos de tener los alcances de la tragedia iraquí. Pero los métodos no son muy diferentes. Quizá la próxima conmemoración del Día del Periodista (7 de junio) podría ser una ocasión para que los periodistas intentemos una reflexión autocrítica –largamente postergada– sobre nuestra labor, la responsabilidad que nos cabe, nuestras condiciones laborales y, sobre todo, acerca del servicio que podemos prestar a la sociedad. También para sincerarnos sobre aquello que no somos.
Ayudaría a esto revisar hechos recientes como, por ejemplo, todo lo acontecido, visto y leído en torno de la carta del papa Francisco a la presidenta Cristina Fernández. Episodio en el cual, al margen de la endeblez de la fuente y de los errores cometidos desde el Vaticano, quedó en evidencia la manipulación de los hechos, la tergiversación de la verdad y la utilización política por parte de grupos empresarios, medios y periodistas.
Nosotros... los periodistas no somos objetivos. Parte de la falacia es pretender serlo. Pero ello no implica que no podamos atenernos a la verdad de los hechos. Ser veraces, exponer los acontecimientos con el mayor esfuerzo de rigurosidad –aunque cualquier recorte esté impregnado por la mirada de quien selecciona– tiene que ser un imperativo ético. Recortar, ocultar parte de la verdad o inducir al error de las audiencias es manipulación y atentar contra la libertad y el derecho a la comunicación de la ciudadanía. Es también faltarles el respeto a quienes nos leen y nos escuchan.
Nosotros... los periodistas no somos los guardianes de la democracia. La democracia tiene sus propios mecanismos y recursos. A nosotros sí nos corresponde aportar datos, elementos, informaciones plurales, apoyadas en fuentes ciertas y diversas, para que los ciudadanos y las ciudadanas puedan adoptar sus propias decisiones.
También podemos opinar. Después de informar y por nuestra calidad de ciudadanos y ciudadanos que asumen –como otros– su compromiso con la sociedad. En nuestro caso, contar con información supuestamente privilegiada y la utilización de los medios de comunicación no hace sino aumentar la responsabilidad de nuestros actos.
El enfrentamiento político e ideológico, la polarización de intereses y posiciones, está generando una situación poco agradable y cómoda para el ejercicio del periodismo. Y no por el presunto enfrentamiento entre quienes se presumen “independientes” y aquellos que se autotitulan “militantes”. Sino porque el periodismo como tal pierde credibilidad y, a renglón seguido, se desvirtúa y se desdibuja su necesario aporte a la sociedad y la ciudadanía.
Ojalá podamos –todos y todas– los que estamos en esta profesión revisar autocríticamente nuestras propias prácticas profesionales. Sin olvidar ni subestimar nuestra condición de trabajadores en relación de dependencia antes que “profesionales liberales”, nuestras inevitables relaciones con el poder y la atención a las condiciones de trabajo que, para la gran mayoría, son cada vez más precarizadas. Quizá, reflexionando sobre el periodismo real, podamos rescatar el sentido de la profesión en torno del servicio y a la búsqueda de la verdad.
http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-247773-2014-06-07.html